sábado, 5 de julio de 2008

MALES QUE LLEVARON 20 AÑOS PARA DESCUBRIRSE

No es que hoy estoy parado debajo de una antena, y entonces mañana voy a tener cáncer. Se requiere mucho tiempo para comprobar esto. Por ejemplo, la talidomida produce daño en la conformación de un bebé, pero se usó este fármaco durante 25 años, hasta que se descubrió. Y para entonces hubo varias generaciones de chicos que nacieron sin brazos , continuó el especialista.Lo mismo ocurrió con los rayos X, que pasaron 20 años hasta que se descubrió que afectaba al feto, que el exceso de uso de rayos X en una mujer embarazada podía producir un retardo mental severo, entre otras cosas .

CON LOS CHICOS NO

Otra de las recomendaciones, es que las radiaciones sean tan bajas como sea posible. Y tratar de prevenir a las personas más sensibles, como los chicos y los viejos, o los enfermos .Los chicos tienen el inconveniente que tiene mayor tiempo de vida para estar expuestos a las radiaciones, y por la constitución de sus huesos, reciben mayor dosis de radiación que una persona adulta. Un teléfono celular expone más al cerebro de un chico a las radiaciones, que a una persona adulta .Por todo esto, un chico menor de 12 años no debe ni soñando tener un teléfono celular. Y un adolescente, debe usarlo sólo en caso de necesidad, cuando hay problemas de salud o de seguridad. No usarlo como un juego. Esto ya fue recomendado por la Comisión Stewart en Inglaterra hace ya muchísimos años, que se ocupa de esto .

UN POCO DE MALICIA

Entonces no es posible, como esta tecnología es nueva, determinar si sí o si no afecta a la salud. No está probado nada, ni que sí, ni que no. Hay un poco de malicia cuando las empresas dicen que no está probado que causen algún daño, porque tampoco está probado que no lo causen , añadió Touzzet.El gran desafío actual, es qué hacer. La OMS también en la misma publicación, dice que hay que seguir trabajando para ver si hay algún tipo de efecto .Yo me pliego a la actitud preventiva de los científicos franceses, por ejemplo, que recomiendan no usar celulares en los niños menores de 12 años. En la Argentina hay un grupo de gente especialista en este tema de las radiaciones, con las que nos hemos agrupado y formado una comisión para el estudio de los efectos, y así estar permanentemente en contacto con los organismos internacionales y así estar en contacto .Desde esta comisión ya hemos hecho llegar recomendaciones a organismos públicos, del medio ambiente, de salud; hemos participado en comisiones parlamentarias, como la de la Ciudad de Buenos Aires .No se recomienda suspender algo que es hoy una herramienta de comunicación valiosa. Se dice que se puede utilizar esta tecnología, pero de forma tal, que la exposición de las personas a esta radiación, sea la más baja posible. Usar el principio de precaución. Y esto mismo lo dice la OMS: dice que como no está probado ni lo uno ni lo otro, mientras tanto, tenemos que tener cuidado. Tratar de usar tecnologías que expongan la población lo menos posible a las radiaciones .

NO ESTA PROBADO NADA

- La Organización Mundial de la Salud también afirma que no está probado que causen daño.Esas son las palabras exactas: No está probado. Pero una cosa es decir que no está probado, y otra cosa, que no causen efecto sobre la salud. Uno tiene que decir que no está probado que causen efecto sobre la salud, pero también debe decir que no está probado que no tienen efecto , advirtió Touzzet.En primer lugar, debemos decir que las radiaciones producen efectos físicos. Basta probarlo al acercar un celular a una radio. Nuestro cerebro también tiene circuitos, impulsos eléctricos, que se ven afectados .Además, hay efectos biológicos, por ejemplo cambios en la transferencia del calcio a través de la membrana celular, cambios en el comportamiento biológico del organismo. Pero esto no significa que afecte la salud: si tomo café, aumenta la frecuencia cardíaca; si tomo sol, me bronceo. Son todos cambios biológicos que no afectan la salud .Otra cosa es lo que produce una enfermedad. En lo que produce rápidamente un mal, se puede hacer una experiencia y confirmar si afecta o no la salud. Pero hay cosas que llevan mucho tiempo, como por ejemplo, el desarrollo de un cáncer, o un tumor. Un tumor sólido tiene a veces un período de latencia de 20 años .

NIÑOS MENORES A 12 AÑOS NO DEBEN USAR CELULAR

“Los menores de 12 años, ni soñando, deben usar celular”
SEGUN EL DIARIAOSALUD DE URUGUAY

Mientras continúan las investigaciones sobre el efecto en la salud, el experto indicó que llevará años confirmarlo. Y que entretanto, más vale prevenir que curar. Recomendó hacer todo lo posible para que las radiaciones estén lo más lejos posible de la gente.
Uno de los mayores especialistas en radiaciones que producen las antenas del país, aseguró ayer a Persperctiva Sur que no está probado que las radiaciones tengan un efecto sobre la salud, pero tampoco está probado que no lo tengan .Y ante la duda, emitió una serie de recomendaciones que incluyen el no uso de celulares por parte de menores de 12 años, y el uso restringido a casos de urgencia para los adolescentes. Advirtió que la constitución orgánica de los menores permite más la absorción de la radiación, especialmente en el cerebro.Roberto Touzzet, integrante de la ex Comisión Nacional de Energía Atómica, es especialista en radiaciones no ionizantes, miembro de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (IRPA), el cual dio origen al Comité Internacional para las Radiaciones No Ionizantes. En la Argentina encabeza un equipo de especialistas que están estudiando los efectos de estas radiaciones.Este es un tema en el cual la gente debe informarse porque recibe dos informaciones: por un lado, hay quienes afirman que las antenas producen muerte, que no hay que acercarse, que son mortales; y por el otro lado, las empresas aseguran que estas afirmaciones son disparatadas, que no hay nada de cierto en que afecten a la salud. Entre estas dos versiones tan contradictorias, en natural que el público esté desconcertado .

jueves, 3 de julio de 2008

¿Consideras adecuado que tus hijos tengan celular?



Angélica Zamora Granados en su artículo para Geo Salud señala que los teléfonos celulares son perjudiciales para los niños, menciona que en Europa se han realizado estudios sobre los posibles efectos negativos que pueden provocar dichos aparatos, aunque aún no hay pruebas contundentes.En países como Gran Bretaña y Holanda se han sacado modelos del mercado para analizarlos. El Consejo Nacional de Protección Radiológica de Gran Bretaña (NRPB por sus siglas en inglés) dirigido por Sir William Stewart es uno de los institutos en donde se han realizado dichos estudios, los datos obtenidos señalan que los niños menores de 8 años nunca deberían usar celulares, y los que están entre los nueve y los 14 años deben restringir su uso al mínimo y sustituir las llamadas por el envío de mensajes de texto.
Las razones son muchas y son muy claras para Stewart "el cráneo de los niños no es suficientemente grueso, su sistema nervioso no está totalmente desarrollado y la radiación penetra con más fuerza en sus cerebros". Los padres de familia deben analizar que tan provechoso es comprar estos aparatos a sus hijos pequeños ya que los daños en su salud podrían afectarles negativamente a corto o largo plazo.
Según Henry Lai, profesor de bioingeniería de la Universidad de Washington, Cuando usted usa un teléfono celular, su cabeza absorbe del 70 al 80 por ciento de la radiación emitida por la antena, y puede generar daños serios.
El creciente número de niños que utiliza celulares es preocupante, y los someterá durante muchos años a las radiaciones, sobre todo si realizan llamadas largas, todos o, casi todos los días.
A pesar que las compañías de telefonía móvil, criticaron la falta de evidencia definitiva de los estudios sobre los peligros para la salud, sacaron del mercado aparatos móviles que eran especiales para niños en Gran Bretaña.
El Parlamento Europeo dio a conocer un estudio que desalienta la fabricación de teléfonos celulares con especiales detalles para llamar la atención de los niños, como colores y juegos electrónicos, por entenderse que su uso produce daños neurológicos y afecta el desarrollo evolutivo y los resultados escolares de los niños hasta la preadolescencia.
El uso de celulares más que verse como una moda, debe limitarse y restringirse a una emergencia y los padres de familia deben tomar el control sobre los aparatos electrónicos que compran a sus hijos y sobre todo analizar el peligro que estos puedan ocasionarles

CONSEJOS UTILES



CONSEJOS PARA TOMAR EN CUENTA
Para prevenir posibles efectos provocados por las radiaciones, Ferrari sostiene que el Estado debe adoptar “políticas activas para evitar potenciales riesgos sin esperar los resultados finales de las investigaciones científicas en la materia”; también debe “evitar la ubicación de elementos potencialmente peligrosos (como antenas) en áreas sensibles, como escuelas u hospitales”, y regular los equipos para que funcionen con la emisión mínima indispensable de ondas.Pero el especialista, además propone a los usuarios una serie de precauciones a tomar, como mantenerse lo más lejos posible de las fuentes de radiación, efectuar comunicaciones breves y, preferentemente, no consecutivas, utilizar el sistema “manos libres”, sustituir los llamados por mensajes de texto (sms) siempre que sea posible. También recomienda llevar el teléfono celular en un blindaje metálico liviano lo más alejado posible de órganos sensibles como el hígado, el bazo, los riñones o los genitales, apagar el celular por la noche y ubicarlo lejos de la cabecera de la cama, evitar usar los videojuegos incluidos en los teléfonos y exigir información sobre la emisión de cada modelo de celular para poder elegir el que emita menos ondas. También sugiere a los padres limitar al máximo la utilización de los celulares por parte de niños y adolescentes e informarlos al respecto, ya que ellos, por estar en etapa de desarrollo, son más vulnerables a potenciales efectos perniciosos de las radiaciones no ionizantes. Ferrari concluye sus recomendaciones sugiriendo horas de buen dormir y el consumo de frutas y verduras frescas con propiedades antioxidantes que pueden ayudar a prevenir efectos perniciosos y, finalmente, no usar el equipo en lugares donde la señal es más débil, porque el aparato debe emitir más radiación para funcionar con eficacia. El informe señala también que en muchas ocasiones existe una normativa, pero no se cumple, como en el caso de la instalación de antenas en edificios de viviendas colectivas sin autorización del Gobierno de la Ciudad.

EL PELIGRO DE USAR CELULARES


LOS RIESGOS DERIVADOS DEL USO DE TELEFONOS CELULARES.-El uso de teléfonos celulares significa colocar un pequeño emisor de radiofrecuencias junto a nuestra cabeza. Existe una generalizada preocupación pública y científica sobre la posibilidad de que esta radiación pueda estar asociada con la aparición de tumores en el cerebro y sistema nervioso. Se han realizado y se realizan estudios para determinar los riesgos reales y separar la verdad de cualquier anuncio alarmista o no, pero ajeno a la verdad, por lo menos tal como la ciencia la conoce hoy.Acaban de tomar estado público las conclusiones a que arribaron por separado dos grupos distintos, ambos de indiscutible nivel científico y trabajando en instituciones de indudable prestigio: la American Health Foundation y el National Cancer Institute.El primero, trabajó bajo la conducción de Joshua E. Muscat. El segundo, lo hizo conducido por Peter D. Inskip.El estudio de Muscat, que apareció en Diciembre de 2000 en el Journal of the American Medical Association, enfatiza que, - debido a la relativamente corta vida de esta técnica -, hay aún una explicable escasez de datos sobre los posibles efectos del uso de teléfonos celulares.Entonces focalizaron su esfuerzo en verificar el riesgo de aparición de cáncer cerebral. Para ello, entre 1994 y 1998, realizaron el estudio sobre un total de 469 personas de ambos sexos, con edades entre 18 y 80 años que tuvieran cáncer y tomaron como control a otro grupo semejante de 422 libres del mal.Estos investigadores llegaron a la conclusión de que el uso de teléfonos celulares no está asociado al riesgo de aparición de la enfermedad aunque por carecer aún de evidencias estadísticas que puedan corroborar alguna correlación, reiteran que deben realizarse mas estudios para tener en cuenta efectos a largo plazo, particularmente para los tumores de crecimiento lento.Por su parte, con el título "Cellular-telephone use and brain tumors", el grupo conducido por el Dr. Inskip publicó sus conclusiones en Enero de 2001 en el New England Journal of Medicine. Allí informan haber trabajado con 800 adultos afectados de cáncer cerebral y otros 800 sanos como grupo de control. Este grupo de investigadores tampoco encontró evidencias de aumento de riesgo de aparición del mal asociado con una mayor cantidad de años de uso de teléfonos celulares ni con una mayor utilización de ellos a lo largo del día. Tampoco apareció relación entre el lado de la cabeza con la que se usa el aparato y el lugar de aparición del tumor.Debe advertirse que entre los usuarios de teléfonos por mas de 15 minutos por día, la mayoría dijo haberlos utilizado durante tres años y muy pocos durante más de cinco.Por eso, al afirmar que no se había encontrado relación entre la aparición de tumores y el uso de teléfonos celulares, el Dr. Inskip advierte que el estudio puede no haber detectado daños que pudieran aparecer por el uso frecuente y continuado durante mas de cinco años.Tampoco se advirtió diferencia entre usuarios de teléfonos analógicos y los mas modernos digitales, que utilizan frecuencias mas elevadas y potencias menores.Ambos estudios citados aquí, ratifican en cierto modo otro también reciente, de 1999, realizado en Suecia por Hardel, que estudió 233 casos de cáncer cerebral confrontados 466 controles sanos y llegó a la conclusión de que no hay relación entre la densidad de uso del teléfono y los casos de tumores.Cabe tener en cuenta que existen otros tipos de teléfonos inalámbricos: los celulares para automóviles cuyas antenas se instalan en el exterior de la cabina, los celulares transportables o "de bolsa" cuyos transmisores se llevan separados del auricular y los teléfonos inalámbricos hogareños. En el último caso la potencia radiada es menor; en los otros la antena se halla alejada de la cabeza, por lo que se pueden extender las conclusiones: si los celulares no causan tumores, sería sorprendente que los otros lo hicieran.Son numerosos los estudios que se siguen llevando a cabo en el mundo y es notable la fortuna que se invierte en ellos. Se destaca el estudio internacional, coordinado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), con base en Lyon, Francia. En él se analizan alrededor de 3000 casos de tumores contrastados con otros 3000 de control. Pero los resultados solo se esperan para dentro de algunos años.Es indudable que la gran cantidad de variables en juego alimenta la controversia. Las frecuencias en uso han ido variando con los años. La potencia emitida también. Los hábitos de los usuarios son muy dispares. Sus lugares de trabajo, con o sin presencia de agentes químicos u otros campos electromagnéticos son diferentes. Y también son diferentes hasta sus hábitos alimentarios. Su predisposición genética al cáncer es siempre distinta. A todo eso hay que agregar que la aparición de tumores en el cerebro no sigue un patrón preestablecido ni se ubica en las mismas zonas.El crecimiento exponencial de usuarios de teléfonos genera intereses muy altos y la difusión de novedades también, lo cual puede crear distorsiones en la información que llega al público si no es debidamente comprobada por personas idóneas no vinculadas a esos intereses.Si bien aparecen con cierta frecuencia opiniones mas pesimistas, lo anterior y muchos otros estudios que semana a semana ven la luz en la prensa científica, reafirman la idea de que SEGÚN LO QUE SE SABE HASTA HOY, no hay riesgos específicos relacionados con el uso de celulares. Especialmente si el mismo es moderado.También se confirma, sin embargo, la necesidad de continuar las investigaciones, ampliando las muestras y mejorando los estudios estadísticosCAERCEM (Centro de Est. de Rad. y Compatibilidad Electromagnética);